El Papa ha revelado que cuando decidió optar como pontífice por el nombre de Francisco era plenamente consciente de que era un santo “muy popular, pero también muy incomprendido” y, a punto de cumplirse 800 años desde su muerte, ha pedido a la Iglesia confianza “en un mundo cerrado e individualista”. “Lo que todos necesitan es justicia, pero también confianza. Sólo la fe devuelve el aliento del Espíritu a un mundo cerrado e individualista. Con este aliento adicional, se pueden abordar los grandes retos actuales, como la paz, el cuidado de la casa común y un nuevo modelo de desarrollo, sin rend…